Ayer volví a ver una de mis películas de animación preferidas: El Jorobado de Notre Dame.
Me gusta Disney desde que era niña y he disfrutado con cada una de sus historias y confieso saberme muchas de sus canciones.
Pero esta versión en particular, posee una historia muy especial para mí.
En muchas entrevistas para blogs, periódicos o en charlas en diferentes colegios y bibliotecas, me suelen preguntar con frecuencia de dónde nació mi pasión por el Fantasma de la Ópera.
Yo les comento con ilusión que leí la novela de Leroux con 13 años y que me enamoré de su personaje principal, así cómo del misterio que encierra su leyenda.
Pero son pocos los que me han hecho una pregunta que también tiene su respuesta anecdótica y curiosa: ¿de dónde surgió mi amor por la literatura?
Todos los amantes de los libros tenemos un origen, un germen en nuestras vidas que nos lleva a devorar historias, a dedicarnos a la literatura o simplemente a disfrutar con la lectura.
Y en mi caso, ese origen fue el Jorobado de Notre Dame.
Por aquel entonces yo tendría unos 11 años y no me perdía un solo estreno de la factoría Disney.
Meses antes de ir al cine a ver esta película, recuerdo haberles preguntado a mis padres de dónde procedía esta historia. Cuando me dijeron que se basaba en un libro de un autor francés, me dejé llevar por una intensa curiosidad.
En aquellos años, los libros juveniles existentes no me lograban llenar del todo y siempre había sentido un extraño vacío en cuanto a la literatura, difícil de colmar.
Víctor Hugo fue quien me abrió las puertas a este mundo maravilloso y apasionante. En las páginas de su libro encontré lo que tanto tiempo había estado buscando. Quizá fuera su lenguaje, la personalidad de cada personaje, la trágica historia, el trasfondo social e histórico...Pero caí rendida ante aquel libro que sería el prólogo de muchos otros del mismo autor.
Aquel vacío en mi interior comenzó a rebosar de letras, de historias aún por descubrir, de autores por conocer.
Pero estoy segura de que este no es un caso aislado. Que vosotros, amigos, lectores y escritores, tenéis también un comienzo en vuestra andadura literaria.
¿Cuál fue? ¿Una canción? ¿Una película? ¿Un libro en concreto?
¿Queréis compartirlo aquí, conmigo?
Sin duda mi aficion a la lectura, y a la escritura se la debo a Laura Gallego. Aunque es verdad que antes de conocerla tambien leia, pero gracias a ella lo vi todo de otra manera. Tambien soy un fanatico de las peliculas de Disney, y son una gran fuente de inspiracion. ^^
ResponderEliminarEn mi caso fueron las series de animación, en concreto las japonesas de mundos fantásticos. Una serie que me caló muy hondo fue Digimon y Reena y Gaudi.
ResponderEliminarMi caso es bastante típico :P Supongo que muchos lectores habrán comenzado su andadura con Las crónicas de Narnia, pero es que... es especial, muy especial para mí. Me ocurría lo mismo que a tí, Sandra, los libros no me interesaban mucho, hasta que leí El león, la bruja y el armario ;)
ResponderEliminarSin duda la mía no fue un libro, sino la soledad que sentía a los 12 años y un amor fallido, para mi la escritura fue un modo de expresarme y de desahogarme de lo que sentía por dentro.
ResponderEliminarUN SALUDO
Mi amor por la literatura a estado dentro de mi siempre, desde que era una niña y mi abuela me contaba miles de historias que me hacian soñar y desconectar de el mundo gris y real de fuera. He de admitir que tan solo tengo 12 años, pero espero llegar a ser una célebre escritora. Por ahora escribo lo que puedo y devoro libros en mis ratos libres pero tengo totalmente claro mi futuro. Al igual que a ti, disney siempre a despertado cierta curiosidad en mi. Muchos de los libros que me han marcado se han perdido en mi memoria, pero escritores como Carlos Ruiz Zafon, Ana Alcolea y por supuesto tu, me habeis iniciado y os doy mil gracias por ello.
ResponderEliminarMiriam Ferrando.